Entrevista Indigna.

 
          Alberto Undurraga presidente de la Democracia Cristiana. Foto diario La Tercera.

ENTREVISTA INDIGNA.

Escribe Miguel Lawner.

 Ayer en la tarde, presencié en Televisión Nacional una entrevista inaceptable, más aún, tratándose del Canal de Televisión Nacional, supuestamente representativo de todos los chilenos.
 Constanza Santamaría, conductora del programa, entrevistando, más bien reprochándole a Alberto Undurraga, Presidente de la Democracia Cristiana, por haber suscrito un pacto electoral, con todos los partidos políticos que apoyan al actual gobierno, a fin de enfrentar en conjunto, las próximas elecciones municipales. Más que una entrevista, se trató de un verdadero juicio. 

Constanza perdió toda compostura.  Incluso llegó a contorsionarse para subrayar sus afirmaciones. Recordó todos los conflictos habidos o por haber entre la DC y el PC. Undurraga no perdió jamás los estribos y respondió con serenidad ante la verdadera agresión de que era víctima. 
 A Constanza, jamás se le ocurriría confrontar a un o una ex DC con la UDI, heredera del legado de Pinochet. Eso le resulta inobjetable, pero el anticomunismo, exacerbado hoy mundialmente, la lleva a perder todo rigor periodístico. 

 Es cierto que la Falange Nacional, hoy Democracia Cristiana, nació al término de la Segunda Guerra Mundial, con el fin de contrarrestar la enorme popularidad contraída por la Unión Soviética, a raíz del rol jugado en la derrota del nazismo, que ya se había apropiado de media Europa y amenazaba con destruir todas las conquistas democráticas alcanzadas por la humanidad en los Siglos anteriores. 
 En Chile, la DC conquistó el gobierno el año 1964 eligiendo presidente a Eduardo Frei Montalba. Contó entonces con el apoyo de la Alianza para el Progreso, iniciativa para América Latina, propiciada por los EEUU, tras la victoria de la revolución cubana en 1959, a fin de evitar la propagación del virus marxista. 

 Sin embargo, en Chile, ya habían madurado las condiciones objetivas y subjetivas para un cambio de verdad y así fue como Allende triunfó en las elecciones de 1970, enfrentando a Radomiro Tomic, abanderado de la DC y a Jorge Alessandri, postulado por las fuerzas de Derecha. Objetivamente, los programas electorales de la DC y la Izquierda no diferían sustancialmente.
 
 En la noche del 4 de septiembre de 1970, cuando el gobierno retenía los resultados electorales negándose a reconocer la victoria de Allende, y el ministro de la Defesa Nacional de Frei, ordenó estacionar tanques frente a La Moneda, una columna de jóvenes demócratas cristianos marchó por la Alameda hacia donde nos habíamos congregado una muchedumbre, frente a la sede de la FECH, donde se encontraba Allende y los principales dirigentes de la UP. Los jóvenes demócratas cristianos arribaron al grito: “TOMIC, ALLENDE, EL PUEBLO LOS DEFIENDE. TOMIC ALLENDE EL PUEBLO LOS DEFIENDE”. 

 Así fue. Más tarde, la Unidad Popular y la DC firmaron el Pacto de Garantías Constitucionales que hicieron posible confirmar la elección de Allende en el Congreso Pleno y, además, se suscribió la esencia del Programa de Allende, confirmado la creación del Área Social de la Economía, con 97 empresas que serían estatizadas. 

 La unidad UP-DC le entregó al pueblo chileno las horas más felices de su historia y fue necesario que la CIA y los oscuros intereses empresariales idearan el asesinato del importante dirigente demócrata cristiano Edmundo Pérez Zújovic, para poner fin al apoyo DC a las grandes transformaciones económico-sociales realizadas durante los primeros tiempos del gobierno de Allende.

 Ya conocemos la tragedia descargada sobre el pueblo chileno a raíz del golpe militar que puso fin al gobierno de Allende. No pocos demócrata- cristianos, también fueron víctimas de la dictadura
 Como quiera que sea, no podemos olvidar el rol que jugó la DC, contribuyendo a materializar las grandes transformaciones económico-sociales. Han sido los años más fecundos de su historia. 

 Siempre anidará en la DC, militantes interesados de verdad, en atender las legítimas demandas de los sectores populares. Desconocer su historia, como lo ha hecho Constanza Santamaría, es ignorar su pasado y permitir que en Chile continúe el enriquecimiento ilícito de un puñado de magnates, las pensiones miserables, la educación pagada, un sistema de salud colapsado, la multiplicación de los campamentos, la crisis medioambiental, entre otros capítulos de nuestro sombrío presente.

Miguel Lawner.
11.04.2024.

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